Cuando sabemos lo que queremos, cuando sabemos lo que nos hace bien, cuando reconocemos aquello que se transforma en deseo, nace de nosotras una fuerza imparable, una fuerza que moviliza y es intensa, por la cantidad de tiempo que estuvo ahí, dormida. Si hablamos de la desconexión del cuerpo de las mujeres con sus propios deseos, enunciamos un sujeto tácito que está omnipresente, alguien o algo que nos aisló, que nos sometió. que este libro es llave para con cada página adueñarnos un poco más de nuestro cuerpo. Con información podemos dominar nuestra capacidad reproductiva, hacer la revolución desde las camas, entender que puede haber violación incluso en un matrimonio, tener la convicción de decir que No, a lo que le hace mal a nuestro cuerpo, educar niñas con autoestima y escucha de sí mismas, crecer como mujeres que saben que la genitalidad es salud no solo física, sino psicoemocional. No se trata solo de saber de ovarios, o de úteros, se trata de darle el valor que realmente merece tener toda esa información a disposición cuando estuvo callada de por vida, y compartirla. Armar red con esas abuelas, madres, amigas, hermanas, que como nosotras, estuvieron desconectadas de su cuerpo por años. Melisa abre la puerta, y nos regala un pasito más adelante para nuestra libertad.
Parte del Prologo escrito por Flor Freijo
V. ciencia para una geografía intima sin mitos
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