En la semana mundial del parto respetado te quiero hablar a vos, que vas a ser mamá o querés serlo.
También les quiero hablar a ustedes y a nosotros, que acompañamos desde un lugar profesional a una mujer por parir y a un bebé por nacer.
Por empezar les quiero pedir paciencia. Paciencia para explicar y para comprender. Paciencia para esperar, porque cada uno tiene sus tiempos.
Les quiero pedir escucha, de un lado y del otro. Escucha para aprender y para conocernos.
Quizás es la primera vez que se ven, y van a vivir el momento más importante de sus vidas, juntos, perfectos desconocidos.
Por eso también les pido amor, amor por lo que hacen, amor propio y para con el bebé que está por ver la luz del sol por primera vez.
Les pido aire, para que puedan respirar juntos, ni muy rápido ni tan pausado, simplemente respirar aires nuevos, de una etapa totalmente maravillosa.
Les pido silencios, que no duren una eternidad, sino de esos silencios amorosos, de compañía y respeto.
Por qué no también pedirles música, esos sonidos de agua o pajaritos, que usaría cualquier persona para relajarse.
Les pido que se apuren si algo sale mal, pero que también los dejes ser, solito llegará el momento de conocerse, la naturaleza es sabia.
Les pido empatía y de ser necesario, que se pongan en sus zapatos, está naciendo un bebé.
Y si alguien acompaña, dejá que se tomen de la mano, y si está sola dale la tuya, ojalá puedas darte cuenta cuánto la necesita.
Y finalmente les pido piel con piel, por segundos o por un largo rato. Al menos dejar que se vean, se sientan, huelan y se reconozcan.
Y si logramos el primer beso teta bebé, suspirá, misión cumplida.
Existe la Ley del Parto Respetado 25.929, que la podemos leer todos y en todos lados. Pero quizás lo más difícil de lograr es llegar a las fibras nerviosas que hacen latir nuestro corazón, y permite darnos cuenta que a la mujer y al bebé por nacer se los cuida y acompaña, con amor, respeto, educación, y por sobre todas las cosas, sabiduría.
La panza fue mía, allí estaba Francesco 💕 🤰