Hay veces que lloramos por el lugar menos pensado
Lloramos por los ojos, pero también por ese lugar del cuerpo en que más nos impactan las emociones
Y dicen que la vagina, la piel, los intestinos o la boca son nuestro segundo cerebro, a cada cual le toca uno en la repartija
Qué difícil a veces es comprender o identificar que eso que nos está sucediendo es causa de ese malestar íntimo
Porque sí, te juro que es verdad, la vagina también llora, y la vulva pide a gritos que la escuchen.
Nuestro segundo cerebro, ahí abajo, en esos lugares tan identificables para algunas pero tan inhóspitos para otras
Lágrimas que caen como lava, quemando todo a su paso, lágrimas fluidas o un poco más espesas
Lágrimas que se ven, se huelen y se sienten
Lágrimas que dejan huellas, que fluyen, y desaparecen, en cuanto eso que nos hizo llorar por los ojos y nos hirió el alma se desvaneció
Y así es como a veces deja de llorar la vagina… como si hubiera sido por arte de magia
Pero la magia no existe, o si… en estos casos al menos.
Alguna vez identificaste la causa emocional de aquel malestar vaginal que desapareció de un momento para el otro cuando tu vida cambió?
(Aclaración: ante síntomas vulvares o vaginales consultar siempre a tu Gineco)
Ph: @maria.krugovaya #gineconline